miércoles, 21 de julio de 2010

Allá donde le traten bien a uno




Y se nos echó el tiempo encima, para variar. Por temas de curro he tenido desatendido el blog. Menos mal que el resto echa una mano en cuanto se le pide, en este caso Tany, que nos escribe esta entrada. Algo breve, pero intentaremos actualizar rápidamente con los siguientes bolos, así que habrá lectura para el que quiera atender a nuestras aventuras de furgo.


Allá donde le traten bien a uno, siempre será un sitio al que intentará y merezca la pena volver, y si encima le une algún lazo afectivo, pues aún con más razón.
Hace dos años estuvimos presentando el primer disco en Cabeza del Buey, Badajoz, en el Pub Galeón más concretamente, y después de una acogida y un trato exquisito, andábamos con muchas ganas de volver para tocar los temas del Golpes de Realidad.

Esto fue el viernes 16 de abril; quedamos en el local Mitxi y Tany como avanzadilla para empezar a cargar el equipo en la furgo, como a la una y media del mediodía o así. Media hora más tarde llegaban Raúl y Javi (nuestro flamante manager y otros quehaceres). Completamos el tetris y a comer mientras esperábamos a Nacho y su cara de muerto, porque venía de desmontar la gala por los 20 años de Telecirco, de empalmada, sin dormir.
Y como todo buen viernes en Madrid, atascazo en la M-40, con lo que tardamos más de una hora en aparecer en Navalcarnero donde paramos a recoger a David, que salía del curro, y donde aprovechó alguno para aligerar peso.

Es todo un Ni-Ni el caballero.

Depósito y estómagos llenos, carretera y manta; y en la furgo lo de siempre, unos durmiendo, otros de risas y alguno viendo pelis en el ordenata. Sin sorpresas (no nos pararon los pikos) llegamos a Cabeza sobre las 20:30 y del tirón a montar. Sobre las 22h estábamos en casa de mamá, que nos preparó una cenita a base de productos de la tierra que nos cargó las pilas para el bolo. A las 23:30 puntuales empieza la historia. Ya montando habían aparecido los primeros colegas, y durante el bolo muchas caras amigas; como decía Santiago Segura en El Día de la Bestia, ambiente familiar y trato agradable.





Y como pasa siempre en estas ocasiones, el postconcierto no tiene nada que envidiar al concierto en sí; pa la recién estrenada casa de los primos Chon e Iván, donde no faltó de nada, vino hasta el sol a saludar.
La vuelta, aquí el menda (Tany) la hizo el domingo, ya que estaba en casita y hay que aprovechar para pasar tiempo con los viejos, además de que colegas como Mutxa te llevan y te dejan en la puerta de casa. El resto salió el sábado después de petar los estómagos con una buena ración de albóndigas, que al parecer estuvieron presentes hasta después de llegar a Madrid.

No será la última vez que vayamos a tocar a Cabeza…, ni la penúltima. Salud!!

Tany.


En la próxima entrega, Viernes en Móstoles con Envidia Kotxina y La madre, y Sábado en Sigueruelo, como en casa y con un montón de amigos.